24.11.07

Traveler

Los eucaliptos de Parque Saavedra tienen algo especial. Tal vez sea porque de las últimas veces que anduve caminando entre esos árboles que tocan el cielo me contagiaba de la tranquilidad de ese parque inmenso en un día de semana cualquiera a la hora que el sol pega más fuerte.
Ya terminaron esos días... vuelvo al centro, al ansiado caos de autos y cajeros automáticos.

La "civilización" se extraña cuando uno está lejos pero de algo estoy segura: dejarla para luego volver tiene su encanto.
Todo este movimiento geográfico se lo debo a mi trabajo. Debo admitir que soy una privilegiada: si bien más de 9 horas de mi tiempo diario se consumen entre el viaje, las tareas laborales y algún que otro almuerzo o paseo por los alrededores, aprendí muchas cosas interesantes, visité algunos lugares desconocidos y otros no tanto y a pesar de mi esfuerzos por evitarlo conocí gente muy particular.
Pero de Saavedra me llevo, además del paisaje impregnado, un puñado de lindos recuerdos.
No creo que vuelva a subirme al 76 en un futuro cercano pero hasta su lento recorrido interminable me da un poquito de nostalgia.
Me dijeron que cuando uno la pasa bien siempre quedan puertas entreabiertas...
Tal vez vuelva, algún día, a cruzarlas.

9.11.07

Almuerzo general en el trabajo… se armaron distintos grupos de conversaciones y en el que casualmente estaba yo surgió el tema de la Creamfield 07’

Nunca fui ni tampoco iría
pero al escuchar los comentarios sobre pastillas y mentes quemadas,
me entristecí un poco…


Mañana, alguien que quiero mucho va a ir

4.11.07

Continuación...

Era "el momento"
creado o dado,
no importa.

Era el momento
y me dejé llevar;
más tarde ya vería.

Noche,
de concesiones no planeadas
de murallas derrumbadas
miedos vencidos por un instante
y del resto
se ocupó la gravedad.

Desde tus ojos, verdes y ansiosos
hasta los míos, azulados y vidriosos
se había creado un puente
suspendido en el aire,
que no duraría demasiado.

Y pasó... pasó tan rápido que confundo detalles
mezclo ideas con verdades
vasos con besos
y el gusto a poco en la boca
al otro día.

Y ni siquiera es un juego...
ya no me incita a avanzar
ni un casillero hacia vos.

Lo sabía, lo supe desde aquel momento...
pero necesité comprobarlo,
(así soy yo)
y lo hice.

Defraudada, puede ser
pero no arrepentida.