No me acordaba cómo era un día gris.
Seguramente al último no le habré prestado atención
porque trato de evocarlo y no hay caso,
no me acuerdo.
Recuerdo que viví inmersa en una zona gris
que me incomodaba hasta dolerme
pero un solo día gris, ¿cómo era?
no me acuerdo.
Los confundo entre el humo,
gris, de los malos recuerdos...
dentro de ese pantano intangible
donde va a parar lo obsoleto.
Para mí la lluvia que baña este día,
que lo empaña con una neblina imaginaria
pero presente en la mirada de tanta gente,
tiene un tono grisaceo y denso
que no sé bien si rechazo
o contribuyo al misterio.
No me acordaba cómo era un día gris
seguramente porque al último
no le habré prestado atención:
¿para qué guardar tanto humo,
tanta lluvia, tantos charcos en el suelo?
Si hoy solamente los noto
en los ojos de alguna gente...
para mí hay un sol radiante,
paz y un camino abierto.
A pesar de tener paragüas, frío
e ir saltando las piedras.