Ante semejante interrogante
decidí pensarlo aunque sea un instante
y a mi momento de meditación
lo seguían sus ojos abiertos
de par en par
como ventanas a lo incierto.
Esos ojos que un día había evitado
de ese color tan parecido al mío
Cielos nuevos, un horizonte lejano...
¿cómo negarse a tomar el camino?
Pero estaba pensando,
Qué pienso?
y la pregunta es,
Ahora qué digo?
si esos ojos alegres e inquietos
no se apartan de los míos.
Fue el instante más largo que tuve
para hilar una respuesta convincente
de esas que dejan conforme
pero con ganas de preguntar nuevamente...
"Me caés bien" le dije...
...Fin de mi elocuencia
5 comentarios:
A veces no se necesita más elocuencia, ¿sabes?.
Quizás incluso si la mirada fue la correcta... vas por buen camino ;).
Gracias por tu palabras en mi blog, son siempre súper reconfortantes.
besitos!
Parece que de veras caìa bien...unos ojos que esperaban ansiosos una respuesta positiva bien valìa ademàs de una respuesta una bella sonrisa :)
Un besote Lady.
Nori: Ese momento, digamos, fue uno de los primeros de la historia... ya voy a escribir acerca del nudo y desenlace (¿?)
Nena, vos te merecés todas las palabras reconfortantes q existan!! Cuidate!!!
Uma: Si, caía muuuy bien.... pero cayó nomás... y eso, en este caso, es mejor q no suceda :P ¡Gracias por darte una vuelta, mi querida rubia del muelle!!!
Hummm, esa ultima frase habra querido decir algo mas???
Beso.
Juan: ¡Si! que deje de preguntarme cosas en las q no quiero ni pensar!! :P Ya vas a ver cómo siguió la historia... y en qué se transformó esa mirada!
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